
MARIO está triste. No escuentra a nadie con quien hablar. Lleva solo en el campo muchos días porque su hermando MAURO llevó el carro lleno de calabazas al pueblo. Piensa en muchas cosas:
¿Se habrá ido de viaje con el dinero recogido de las calabazas?
¿Se le habrá rota el carro y lo están reparando en el pueblo?
¿Se ha puesto enfermo de tanto comer remolacha y esté en el hospital?
¿Habrá comprado comida y está volviendo a casa?
¿Se habrá olvidado de mi?
Puede ser el inicio de un buena historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario